Pink eye en vacas lecheras
La queratoconjuntivitis bovina (QIB) o enfermedad del ojo rosado, también llamada Pink eye en vacas lecheras, es una enfermedad de distribución cosmopolita, con graves repercusiones en los niveles de producción de leche en el ganado bovino, el agente etiológico responsable de esta afección es Moraxella bovis, es un coco-bacilo Gram negativo, el cual llega a tener una estrecha relación con la infección viral conocida como Rinotraqueítis bovina o IBR, su mayor incidencia es durante el otoño o el verano, cuando la morbilidad alcanza hasta un 80%, esto es debido a la abundancia de moscas y polvo, así como también podemos encontrar pastos más altos en los potreros, la enfermedad puede presentarse durante todo el año como inaparente,
dada la condición de resistencia que tiene Mor. bovis de sobrevivir en tejidos subyacentes a la córnea, aunque se sabe también habita como microbiota de las mucosas de los ollares y la vagina en vacas, en esta época de mayor presencia de mosca, la transmisión del agente infectantes es mayor, se considera que son mayormente responsables las moscas Musca autumnalis y M. bezzii sin embargo se deben considerar diversos factores que influyan sobre la queratoconjuntivitis bovina, tales como polvo, moscas, predisposición genética (ejemplares albinos) o la despigmentación de áreas cercanas a los ojos, la infección puede tomar algunos días en llegar a presentar cuadros inflamatorios, produciendo úlceras profundas que dificulten o imposibiliten la visión de los animales, los signos clínicos que pueden evidenciar la infección son; conjuntivitis, movimientos irregulares de los párpados, disminución en la producción láctea y en algunos casos fiebre moderada (Chávez, 2002).
La enfermedad del ojo rosado se presenta en todos los bovinos, de cualquier edad y sexo, sobre todo en regiones áridas y semiáridas, en México la mayor incidencia se encuentra en el estado de Sonora, los signos clínicos encontrados además de los anteriormente mencionados son; irritación e inflamación de la córnea, enrojecimiento de la esclerótica (por ello el característico nombre de “ojo rosado”) y secreciones o lagrimeo excesivos (Campos, 2016).
Para tratar los males ocasionados por el ojo rosado, los antibióticos oftálmico son los mayormente utilizados, de los cuales el de mayor eficiencia es la Oxitetraciclina, aunque se recomienda también reducir las horas de exposición al sol durante las épocas de verano, ya que la luz ultravioleta (UV) es desencadenante de la enfermedad del ojo rosado, una detección temprana de los signos de lagrimeo y entrecerrado de los ojos, puede ser suficiente para tomar muestras e inferir un diagnóstico, evitando así que pierda la visión y la producción, para evitar esto es imprescindible observar cualquier anomalía que llegaran a tener en los ojos los animales, en caso de ser detectadas tales alteraciones, reportarlas con el médico veterinario a cargo y que este realice las pruebas diagnósticas pertinentes, para así facilitar un tratamiento de mayor eficacia y evitar grandes pérdidas (Yumibe, 2012).
Las infecciones por QIB son más frecuentes en ganado bovino tipo europeo, de todos los tipos de explotación, es por esto que el ganado lechero se ve sumamente afectado en este sentido (al ser el ganado europeo, Bos taurus el de mayor producción láctea) (Blood, 1992), es muy importante realizar un correcto diagnóstico, para diferenciar la queratoconjuntivitis infecciosa bovina de otras infecciones oftálmica causadas por otros agentes como lo son Mycoplasma spp. por ejemplo, que puede ocasionar conjuntivitis o queratoconjuntivitis, pero no la QIB (Fiorentino, 2001).
Una vez desarrolladas las debidas pruebas de diagnóstico y se logre detectar al agente etiológico causante de la infección, se puede proceder a un tratamiento, OXIMÁS-50® al contener en su fórmula Oxitetraciclina, resulta ser un tratamiento antibiótico eficiente para esta afección bacteriana del tipo oftálmica.
Bibliografía.
Blood, D. C. (1992). Radostits OM Enfermedades causadas por bacterias. En Medicina Veterinaria. Madrid, España: McGraw-Hill.
Campos, R. R. (2016). Tratamiento para curar el ojo rosado o pink eye de los bovinos. Hermosillo, Sonora, México: Unión Ganadera Regional de Jalisco.
Chávez, A. J. (2002). fmvz.unam. Obtenido de fmvz.unam: http://www.fmvz.unam.mx/fmvz/departamentos/rumiantes/bovinotecnia/BtRgCliA002.htm
Fiorentino, A. (2001). Lesiones oculares en terneros infectados experimentalmente y en forma natural con Moraxella bovis. 166-170: Rev. Med. Vet.
Yumibe, B. (2012). Managing and monitoring of conjuntivitis or »Pink eye». Dairy Calf and Heifer Association´s Gold Standards I y II.