Antibióticos Betalactámicos en el tratamiento de la pioderma canina y felina
Los caninos y felinos son excelentes mascotas, además de ser los mejores amigos del hombre. Aunque como todo ser vivo, se encuentran expuestos a contraer enfermedades. La Pioderma es una enfermedad de la piel que se presenta en perros y gatos, provocada la mayoría de las veces por la poca atención que reciben.
La falta de atención causa, además, deterioro en la higiene y salud de estas mascotas, haciendo cada vez más frecuente las visitas a la clínica veterinaria, al mismo tiempo que se incrementa la utilización de los diferentes antibacterianos, entre ellos los antibióticos betalactámicos, algunos de los más comúnes.
Pioderma significa “pus en la piel” y puede tener un origen infeccioso, inflamatorio o neoplásico, aunque comúnmente, la pioderma hace referencia a las infecciones bacterianas de la piel. Estas infecciones sólo podrán ser controladas mediante la utilización de antibióticos betalactámicos, preferentemente. La pioderma es común en los perros, siendo el Pastor alemán la raza predisponente, y menos común en los gatos.
Clasificación de la Pioderma canina y felina
La pioderma bacteriana se clasifica por la profundidad de la infección y por su etiología.
Por su profundidad
- Pioderma superficial: se limita a la epidermis y los folículos pilosos.
Las zonas de elevada temperatura y humedad como las comisuras labiales, faciales, del cuello, las axilas, las zonas interdigitales y palmares, pliegues del ano y los pliegues de la vulva en hembras con frecuencia tienen concentraciones bacterianas más elevadas que otras zonas de la piel, por lo que representan un riesgo elevado de padecer la Pioderma.
Tanto en perros como en gatos, los síntomas clínicos de la Pioderma son la pérdida de pelo, la descamación, el eritema y collaretes epidérmicos sobre todo en las uniones mucocutáneas labiales, oculares, nasales, genitales y anales.
En esta condición clínica, además de la administración de antibióticos betalactámicos, es obligatorio el baño medicinal o de compuestos tópicos que coadyuven a la curación de los signos clínicos característicos de la pioderma.
- Pioderma profundo: afecta a la dermis y además causa furunculosis.
Los puntos de presión como los codos y los corvejones, que debido a la irritación y a dicha presión crónica y repetida se encuentran también predispuestos a padecer la Pioderma.
Es característico del Pioderma profundo el dolor, las costras, el mal olor y exudados de sangre y pus. Puede observarse también eritema, tumefacción, ampollas y áreas alopécicas o faltas de pelo. La furunculosis interdigital es otra manifestación del Pioderma profundo.
En gatos, las ulceraciones y costras hemorrágicas son el síntoma común, que de no ser curados dan lugar a enfermedades sistémicas como el virus de la inmunodeficiencia o leucemia felina.
La administración preventiva de antibióticos betalactámicos es indispensable en esta presentación clínica de la Pioderma, y así evitar la infección de las heridas, costras y pústulas.
Por su etiología bacteriana
En perros, el Staphylococcus intermedius y Staphylococcus pseudointermedius son los agentes etiológicos más comúnmente aislados. Además pueden encontrarse Streptococcus spp, Micrococcus spp, Escherichia coli y Pseudomonas spp. Todos estos organismos pueden desempeñar un papel como agentes patógenos secundarios a la proliferación primaria del Staphylococcus intermedius y pseudointermedios.
En los gatos Acitenobacter spp, Micrococcus spp, Escherichia coli y Pseudomonas spp son consideradas flora residente de la piel de los félidos.
El staphylococcus intermedius y pseudointermedius forman parte de la flora normal de la piel tantos de perros como de gatos. De ahí la importancia de la administración preventiva de antibióticos betalactámicos, tal como lo mencionábamos arriba, con el fin de evitar la proliferación de las bacterias.
El diagnóstico de la Pioderma está basado en 2 puntos de gran relevancia:
Observación del cuadro clínico: Se basa en los síntomas clínicos como la pérdida de pelo, la descamación, eritema, pápulas, pústulas y collaretes epidérmicos.
Exámen citológico: Es más probable obtener resultados exactos si las pruebas citológicas e histológicas se realizan a partir de biopsias tomadas de pústulas intactas o de la rotura provocada de lesiones profundas, pues al tomar muestras de costras o collaretes epidérmicos se corre el riesgo de que la muestra se halle contaminada.
Recomendación: antes de obtener biopsias, es necesario el pre-tratamiento del perro o gato con antibióticos betalactámicos de preferencia, durante dos semanas, para el caso de lesiones características de la Pioderma superficial o profunda.
Antibióticos betalactámicos en el tratamiento de la Pioderma
El tratamiento primario de la Pioderma superficial consiste en la administración, de ser posible, de los antibióticos betalactámicos adecuados y baños y/o ungüentos medicinales, durante al menos 3 semanas, por lo que será de suma importancia la elección de dichos medicamentos.
En el caso de la Pioderma bacteriana, DIPEN F 4 MILLONES, producto de Laboratorios Veterinarios LAVET, que pertenece al grupo de los antibióticos betalactámicos, resulta efectivo en el tratamiento y control de la Pioderma canina y felina.
Recomendaciones en la prevención de la Pioderma canina y felina
Cuidado e higiene, a través del corte y baño profesional del pelo de las mascotas, sobre todo de aquellas razas que así lo requieran.
La elección correcta de la que será la mascota del hogar, pues su raza, su tamaño y sus hábitos tendrán que ser considerados al momento de su adquisición.