La Leucoencefalomalacia equina, afectación emblema de la toxicología veterinaria
Desde comienzos de 1900, se describió una enfermedad en los equinos, llamada Leucoencefalomalacia. Desde esa fecha, se encontró que el origen de dicha enfermedad, caracterizada por causar trastornos neurológicos de los equinos, se daba tras el consumo de maíz enmohecido. El maíz enmohecido por sí mismo no es peligroso, y es comúnmente administrado en esas condiciones en la alimentación animal de los bovinos y pequeños rumiantes, principalmente. La existencia de micotoxinas producidas por un hongo en el maíz enmohecido era el causante de la Leucoencefalomalacia, afectación emblema, desde entonces, de la toxicología veterinaria equina.
Las micotoxinas en la toxicología veterinaria
La presencia de micotoxinas en los alimentos, de origen agrícola como el maíz principalmente, es peligroso para la salud humana y relevante en la toxicología veterinaria.
Las micotoxinas son sustancias producidas por hongos de diversos géneros como el Fusarium, Aspergillus y Penicillum los más importantes, y son los contaminantes producidos de forma natural más extendidos en el mundo. Son 5 los efectos tóxicos los que convierten a las micotoxinas en sustancias tan peligrosas en el mundo de la toxicología veterinaria:
- Mutágenas;
- Cancerígenas;
- Teratógenas;
- Inmunosupresoras; y
- Termorresistentes.
Todas estas características, dijimos, convierten a las micotoxinas en sustancias peligrosas para la salud humana y de gran importancia en la toxicología veterinaria, pues hacia el año 2002, la Organización Mundial de la Salud incluyó a las fumonisinas B1, B2 y B3, que son micotoxinas producidas por el hongo Fusarium spp y causantes de la Leucoencefalomalacia equina, en el grupo de agentes cancerígenos para los humanos.
Las fumonisinas, micotoxinas de mayor importancia en la toxicología veterinaria
Las fumonisinas son micotoxinas, producidas principalmente por los géneros del hongo Fusarium spp., y que se encuentran distribuidas en todas las regiones del mundo dónde se produzca maíz.
Son 3 las fumonisinas de importancia para la toxicología veterinaria y la salud humana, y producidas por los hongos Fusarium verticilliodes y Fusarium proliferatum:
- Fumonisina B1
- Fumonisina B2; y
- Fumonisina B3.
Siendo las más tóxicas para los équidos y humanos las B1 y B2.
Las fumonisinas en la toxicología veterinaria: Leucoencefalomalacia equina
La leucoencefalomalacia es una enfermedad de importancia dentro de la toxicología veterinaria, que afecta a los equinos, asnos y mulas, causada por la ingestión de maíz mohoso o no mohoso, pero contaminado con fumonisinas de los grupos A online pokies (A1 y A2) y B (B1, B2 y B3), siendo las del grupo B, y específicamente la B1 la más importante, pues su presencia se correlaciona con la presentación de la enfermedad.
La leucoencefalomalacia es una enfermedad dosis dependiente, esto es que dependerá de la cantidad de la fumonisina presente en el alimento y la susceptibilidad del animal que esté ingiriendo dicha cantidad. Se ha visto que los asnos y mulas son menos susceptibles que los equinos a la ingesta de altas cantidades de la fumonisina.
En Occidente y parte de la Unión Europea, la toxicología veterinaria ha establecido que los límites máximos permitidos de fumonisina B1 y B2 en el maíz son de 5 mg/kg para los équidos y 50 mg/kg para cerdos, pues en ellos produce el Edema Pulmonar Porcino (EPP) y países como Suecia han establecido en 1 mg/kg el límite máximo permitido, haciendo más estricta la vigilancia por parte de la toxicología veterinaria.
Los signos clínicos de la leucoencefalomalacia son la ataxia o tambaleo, la compresión de la cabeza contra objetos o paredes, depresión y ansiedad y recostarse, pues en una etapa temprana la fermentación de los granos mohosos en el ciego produce un mal funcionamiento del ciego, asemejándose a padecer un cólico. Si bien se trata de una toxicosis, no tiene un antídoto y tampoco tiene cura.
Tratamiento de soporte, en caso de identificar signos similares a los presentes en el cólico y sospechar de una intoxicación por fumonisinas:
- Diuréticos, que ayuden a excretar la micotoxina del organismo; y
- Dipirona sódica, que calme el dolor abdominal del equino, asno o mula. LAVET, en su portafolio de productos cuenta con DP-500, dipirona sódica auxiliar en el tratamiento de los sígnos del cólico.
Buenas Prácticas Pecuarias para evitar la contaminación por fumonisinas
Los productos agrícolas, como el maíz, pueden contaminarse con micotoxinas en cualquier momento, desde su producción en campo, durante su cosecha, transporte o almacenamiento.
Evitar la contaminación por micotoxinas y la intoxicación de los equinos, asnos y mulas es muy difícil, pero existen Buenas Prácticas de aplicación a la toxicología veterinaria que nos ayudarán a minimizar la frecuencia de estas:
- Mejorar las técnicas de manejo de la producción del maíz;
- Procurar la cosecha del maíz con una humedad máxima de 13%;
- El pastoreo de los esquilmos en los terrenos de siembra después de la cosecha realizarlo con bovinos y pequeños rumiantes, que son menos susceptibles a la intoxicación por fumonisinas;
- La buena ventilación de las bodegas dónde se almacena el grano, sea maíz, sorgo, soya.
- El grano enmohecido destinarlo a aquellas especies menos susceptibles como bovinos y pequeños rumiantes;
- La utilización de adsorbentes de micotoxinas disponibles en el mercado;
- La nixtamalización (que es un tratamiento térmico) del maíz cuando se destine a la alimentación humana.