Importancia de la nutrición animal: Previniendo la retención placentaria en bovinos
La nutrición animal es uno de los factores más importantes, e imprescindible para alcanzar los objetivos reproductivos en cualquier explotación de ganado de carne o de leche. El más importante y realista de estos objetivos deberá ser satisfacer las necesidades nutricionales.
Los bovinos son animales forrajeros por naturaleza, por lo que el pasto o forraje y la pastura que les brindamos deben ser alimentos que cubran todas sus necesidades nutricionales clave, las de crecimiento, de mantenimiento, preñez o desarrollo corporal, de acuerdo a la etapa productiva en la que se encuentren.
Los avances tecnológicos en materia de nutrición animal han generado nuevas formas de alimentación para los bovinos, sean cárnicos o lecheros, aunque siempre serán clave los siguientes nutrientes:
* Energía;
* Proteína;
* Fibra;
* Grasas;
* Macrominerales;
* Microminerales; y
* Vitaminas.
Deficiencias en la nutrición animal: una de las causas de la retención placentaria
Una de las alteraciones reproductivas que causa importantes pérdidas económicas en las explotaciones de ganado de carne y leche, y que es causada, en parte, por deficiencias en la nutrición animal, es la retención placentaria.
Por lo general, la retención placentaria o de membranas fetales se define como un fracaso en la expulsión de las mismas, y aunque existe discrepancia entre los distintos autores, se puede considerar retención placentaria cuando las membranas no han sido expulsadas al cabo de 12-24 horas siguientes al parto.
Una vez descartadas las causas infecciosas y mecánicas, la deficiente nutrición animal es la causa más reconocida de la retención placentaria.
Entre las causas de deficiente nutrición animal que dan origen a la retención placentaria y que pueden ser bastante complejas, se reconocen el déficit de microminerales de gran importancia como lo son el selenio, la vitamina A, el cobre y el yodo en la ración balanceada, o del forraje verde que pastan los bovinos.
La incidencia de las retenciones placentarias aumenta con la deficiencia, también, de macrominerales esenciales en la nutrición animal, como el caso del calcio. Y parece estar relacionada, también, con el síndrome de la vaca gorda. Existe, también, una implicación genética y tales vacas deben considerarse fuertes candidatas para el sacrificio.
Identificando la retención placentaria
Por lo general, el diagnóstico es sencillo, ya que se observan membranas fetales degenerativas, descoloridas y fétidas colgando de la vulva después de 12-24 horas de sucedido el parto. En ocasiones, las membranas fetales pueden estar dentro del útero, en cuyo caso se puede detectar su presencia por las descargas con mal olor.
Una retención placentaria sin complicaciones es repugnante e inconveniente para los manejadores y productores, bien sea en explotaciones de ganado de carne o de leche, pero no suele ser directamente doloroso para la vaca. Sin embargo, las vacas que sufren retención placentaria tienen un alto riesgo de desarrollar metritis, cetosis, mastitis e incluso abortos en la siguiente gestación, así como reincidir en la retención placentaria en dicho parto subsiguiente, todos escenarios causados por no haber aportado una adecuada nutrición animal.
Colaborando a una correcta nutrición animal: previniendo la retención placentaria
Son muchas las terapias que han sido diseñadas para la prevención y el tratamiento de la retención placentaria, como lo son la administración de prostaglandinas, aunque por su costo resulta impráctico y costoso. Fármacos que aumentan la motilidad uterina como PARTO 20 REFORZADO, una oxitocina sintética de LAVET, son útiles al administrarse al momento del parto, pues aceleran e parto, pero no recomendada una vez que se ha confirmado la retención placentaria, pues la motilidad que genera causaría un daño extra al interior del útero, del ya ocasionado por la presencia de material degenerado.
Una inyección de SELAVET E, producto también de LAVET, a base de selenio y vitamina E, antes del parto, reduce la incidencia de la retención de placenta.
La extracción manual de la placenta puede causar un trauma uterino y retrasar el retorno al estado reproductivo normal, por lo que su uso queda restringido a la asistencia del médico veterinario zootecnista.
Y por último, proveer de forma adecuada los nutrientes necesarios a la vaca antes del parto, con la finalidad de tener un óptimo desarrollo de la gestación, el parto de una cría sana y el inicio adecuado de una lactación. Todo lo anterior con el propósito de mejorar la reproducción de la explotación cárnica o lechera, mediante la correcta aplicación de la nutrición animal.