Quinolonas de tercera generación: medicamentos veterinarios antimicrobianos para tus aves

La eficacia lograda tras la aplicación intramuscular (IM), explica la tendencia de los médicos veterinarios a utilizar por vía parenteral la enrofloxacina.
Introducción
En México, y casi en cualquier parte del mundo donde se desarrolla la avicultura, las aves son criadas bajo condiciones extremadamente intensivas, utilizando espacios vitales de apenas 310 cm2 como mínimo por ave, con la finalidad de alcanzar el máximo crecimiento y producción posibles.
En estos sistemas de producción intensivos cualquier problema infectocontagioso se disemina rápidamente, causando enormes pérdidas económicas, e incrementando el uso de medicamentos veterinarios, como lo son los antimicrobianos, antiparasitarios o antivirales o algunos otros medicamentos veterinarios que combatan dichos problemas en las explotaciones.
Al cierre del año 2010, la avicultura representó el 63.4% de la producción pecuaria en nuestro país, con un inventario de más de 470 millones de aves (gallinas ponedoras ligeras y pesadas, reproductoras ligeras y pesadas, progenitoras ligeras y pesadas, pollo de engorda y pavos).
Elevado es éste inventario avícola, como elevada es la velocidad con la que cualquier enfermedad se disemina en dichas explotaciones. Esto provoca que en ocasiones se utilicen medicamentos veterinarios, siendo los antimicrobianos los más comúnmente utilizados, sin antes haber realizado un diagnóstico preciso, es decir, que se medica de manera preventiva ante la posibilidad de un brote en la parvada.
Medicamentos veterinarios antimicrobianos en la avicultura: las quinolonas de tercera generación
Hace más de tres décadas se introdujeron a México y a gran parte de Latinoamérica los medicamentos veterinarios más innovadores hasta ése momento. Se trataba de antimicrobianos pertenecientes a la familia de las quinolonas de tercera generación, productos exclusivamente veterinarios, siendo la enrofloxacina la más representativa de ellas.
El uso inicial de estos medicamentos veterinarios, y evidente, dados los volúmenes de las parvadas fue oral (al 5%), sin embargo, pensemos en el número de condiciones favorables que deberían de existir para que éste medicamento veterinario, la enrofloxacina oral, lograra su objetivo antibacteriano:
• Pureza del agua, dado que la presencia excesiva de iones o bacterias abate su potencia, como sucede con otros medicamentos veterinarios casino online antibacterianos;
• Sistema de tuberías limpio y protegido de la luz y el exceso de calor ambiental, pues aunque es estable hasta los 50°C, si es fotosensible.
Por nombrar sólo algunas de las razones por las que podría haber una respuesta negativa no esperada de la acción antibacteriana de la enrofloxacina y otros medicamentos veterinarios orales.
Enrofloxacina inyectable: su farmacocinética
Tuvieron que pasar más de dos décadas desde su introducción a finales de los 70’s, en la categoría de los medicamentos veterinarios antibacterianos, para que finalmente en 1999 la FDA (Food and Drug Administration) de Estados Unidos de América aceptará a las quinolonas de tercera generación, para su uso en problemas específicos en la clínica de aves.
La enrofloxacina, a diferencia de otros medicamentos veterinarios enlistados en su misma categoría de antibacterianos, tiene una alta biodisponibilidad (cercana al 60%) y buena absorción después de su administración, ya sea oral o inyectable.
Contraria a otros medicamentos veterinarios antibacterianos, como las cefalosporinas, que actúan sobre la pared celular bacteriana, la velocidad de absorción de la enrofloxacina es a nivel nuclear y más rápido después de la aplicación intramuscular (IM) en comparación con la oral (PO):
• IM: 87.51%
• PO: 59.58%
Después de una inyección intravenosa de enrofloxacina al 10% en aves, mostró una vida media de distribución de alrededor de 5.58 min.