Bovinos

El Síndrome del Equino Exhausto, hablemos de salud animal.


El agua corporal total (ACT) representa aproximadamente un 57 – 60 % del peso vivo de un equino que goza de buena salud; varía de acuerdo a la condición corporal de cada individuo, es decir, en caballos que tengan poco tejido adiposo el ACT llega a ser del 70 % de su peso; por el contrario en los que son obesos ese porcentaje baja, hasta un 40 %.2

El volumen y la composición de los fluidos corporales puede verse modificada por: ingestión o perfusión endovenosa de agua y/o electrolitos, por deshidratación o por excesiva sudoración. Esta última y la diarrea ocasionan una gran pérdida hidroelectrolítica comprometiendo la salud del animal seriamente.1

Está demostrado que el sudor en el caballo es hipertónico comparado con la concentración electrolítica del plasma (Tabla 1); y se genera a partir del fluido intersticial.3 A consecuencia de esta respuesta fisiológica (sudoración) los caballos pierden gran cantidad de K+, Cl y Ca++.4  Existen productos veterinarios en el mercado formulados para compensar esas pérdidas electrolíticas.

Concentracion de electrolitos, sindrome del equino exhausto

De acuerdo con el nivel de entrenamiento, tipo de animal, condiciones ambientales y la disciplina hípica en que este compite, van a variar los cambios en el equilibrio hídrico y de electrolitos.

Está documentado que en el endurance, disciplina que exige al caballo mucha resistencia, se puede perder por sudor de 10 a 15 litros de fluidos por hora. Entonces al finalizar pruebas de 80 a 160 Km. es común encontrar una deficiencia de fluidos del 10 % del ACT. En caballos Sangre Pura de Carreras (SPC) durante el proceso de calentamiento, la carrera (1 a 1,5 millas) y el periodo inicial de recuperación puede perder de 10 a 15 litros de agua por sudor.5

Al inicio del ejercicio, cuando la sudoración es baja, la mayoría de los fluidos que se pierden son recuperados por la absorción de líquido desde el tracto gastrointestinal.6 Representa por encima del 6 % del ACT y es un reservorio muy importante de agua y electrolitos en equinos durante competencias de endurance.7 Sin embargo, si la pérdida de agua por sudor está entre el 5 y 10 %, se reduce el volumen circulatorio; suele producirse después de 3 horas de ejercicio con sudoración moderada, pero se presenta más rápido durante condiciones ambientales con temperatura y humedad elevadas.6

Los electrolitos y minerales asociados con la sudoración son Na+, K+, Ca++, Mg++ y Cl, entonces una excesiva producción de sudor rápidamente ocasiona baja del rendimiento, desequilibrios ácido-base particularmente por la depleción de Cl que genera alcalosis metabólica compensatoria, debilidad y calambres musculares, que son consecuencia de la pérdida masiva de los componentes esenciales para controlar el potencial de membrana, la contracción muscular, la conducción nerviosa y las reacciones enzimáticas.

Si la pérdida hídrica se sitúa entre el 5 y 10 % del peso corporal ocurre una disminución del volumen circulante (hipovolemia) que desencadena una inadecuada perfusión tisular debida al aumento de la viscosidad, el hematocrito y las proteínas plasmáticas totales, lo que eleva la frecuencia cardiaca para mantener el gasto cardiaco. Además de la pérdida hídrica y la hipovolemia también hay una redistribución sanguínea, por lo que la mayoría del volumen sanguíneo que irrigaría otros órganos se dirige hacia las fibras musculares que están requiriendo mayor aporte de oxigeno y nutrientes por la actividad, en esta circunstancia el lecho esplácnico es quien se ve afectado, y como consecuencia se genera íleo paralítico, disminución de la tasa de filtración glomerular y con esto un exceso de urea y otros compuestos hidrogenados en la sangre.Situación que pone en grave peligro la salud del animal y hace imprescindible instalar la terapéutica veterinaria adecuada.

Todos los trastornos hidroelectrolíticos asociados con la depleción de reservas energéticas, condiciones ambientales extremas e hipertermia, resultan en un conjunto de signos conocidos como el Síndrome del Equino Exhausto.

Equinos

Es común encontrar este síndrome del equino exhausto en ejercicios submáximos y de larga duración. Tiende a aparecer cuando los caballos han sido esforzados más allá del límite de su capacidad metabólica, combinado con perdidas hidroelectrolíticas, depleción de las reservas energéticas y condiciones ambientales extremas.

Los signos clínicos pueden variar y estar presentes durante algunos días, no todos se presentan y tampoco en todos los casos se observan igual, éstos son:

  • Depresión
  • Deshidratación
  • No tienen sed
  • Frecuencia cardiaca y respiratoria elevadas
  • Temperatura corporal elevada
  • Desaparición de la sudoración
  • Llenado yugular lento
  • Sonidos intestinales disminuidos o ausentes
  • Laminitis
  • Calambres musculares
  • Aleteo Diafragmático Sincrónico

Los hallazgos de laboratorio incluyen:

  • Alcalosis metabólica
  • Aciduria paradójica
  • Hipocalemia, hiponatremia, hipocloremia
  • Incremento de CK, AST, LDH
  • Proteinuria
  • Azotemia

Los caballos deprimidos, con elevación persistente de la frecuencia respiratoria y pulso, pueden responder al descanso, enfriamiento (primera intervención que se debe hacer al tratar un equino con este síndrome), sal, alimento y agua disponibles. Si no hay mejora en 30 minutos, iniciar con fluidoterapia. En casos más severos, los caballos que se rehúsan a beber o comer es esencial un tratamiento abundante de fluidos, en estos casos se requiere inicialmente restablecer el volumen circulante, y eventualmente el déficit de electrólitos que se ha generado y posteriormente proveer una fuente de energía metabolizable.

Rociar con agua fría y baños de alcohol, particularmente sobre la cabeza y cuello para bajar la temperatura de caballo, sin enfriarse. Se debe tener la precaución de no inducir espasmos musculares por la aplicación de agua demasiado fría sobre grandes masas musculares. En los casos de hipertermia deben aplicarse enemas de agua fría, sosteniendo el tubo rectal con la mano y manteniendo el flujo por gravedad.6

Perfundir 10 a 20 litros por hora de solución salina o Ringer por vía endovenosa. Incluir cloruro de potasio para reestablecer alrededor de 10 mEq/L. Sólo en los casos en que el caballo no tiene comprometido el peristaltismo la terapia de fluidos puede administrarse por vía oral.

No deben usarse soluciones hipertónicas porque el gradiente osmótico puede complicar el desequilibrio de electrolitos y ocasionar un secuestro de líquido desde la sangre.8

Una vez que el caballo comenzó a comer la administración de potasio se puede retirar.

 Referencias Bibliografícas:

1. García Sacristán, et al. Fisiología Veterinaria. Barrio JP. “Fluidos Corporales”. España. Interamericana McGraw-Hill, 1995. pp 215 – 225.

2. Swenson M J, Reece W O. Fisiología de los Animales Domésticos de Dukes. Houpt K A. “Agua y Electrolitos” México. Uthea, Tomo 1, 2da Edición, 1999. pp 9 – 21.

3. Boffi FM. Fisiología del Ejercicio en Equinos. Muriel M. “Equilibrio Hidroelectrolítico”. Argentina, Intermédica, 2007. pp 87 – 101, 133 – 143.

4. Boffi FM. Fisiología del Ejercicio en Equinos. Muriel M. “Patologías que afectan el rendimiento deportivo”. Argentina, Intermédica, 2007. pp 284 – 285, 288.

5. Coenen M, Meyer H, Steneinbrenner B: “Effects of NaCl supplementation before exercise on metabolism of water and electrolytes”. Equine Vet. J., 1995, 18:270.

6. Reed SM, Bayly WM, Sellon DC. Medicina Interna Equina. MacLeay JM. “Enfermedades del Aparato Músculo Esquelético”. Argentina, Intermedica, vol 1. 2ª. Edición, 2005. p 541.

7. Hinchcliff KW. Fluid and Electrolyte Balance in Endurance HorsesJohnson PJ. “Physiology of Body Fluids in the Horse”. Vet. Clin. North Am: Equine Practice vol. 14, N° 1, 1998. pp 1 – 22.

8. Hinchcliff KW. Fluid and Electrolyte Balance in Endurance HorsesJulia M, Flaminio BF. “Fluid and Electrolyte Balance in Endurance Horses”. Vet Clin North Am: Equine Practice vol. 14, N° 1, 1998. pp 147 – 153.

Imagen cortesía de Tina Phillips / FreeDigitalPhotos.net