Bovinos

Dificultades en el parto en animales de compañía


Con frecuencia se encuentran casos en que perras o gatas tienen problemas para parir su primera camada, esto puede verse influenciado a su vez por ciertas razas, tal es el caso de razas braquiocefálicas, como Pug, Bull dog inglés y francés, Shar pei, en cuanto a perros o Persa, en el caso de los gatos, (Dumon, 2004) aunado a los problemas respiratorios por la estenosis de las narinas que esta forma anatómica les confiere a estas razas.

En cuanto a la investigación reproductiva de la gata, como de la perra se considera muy poca la información existente, por lo que la fisiología del parto en estas especies es vagamente conocida, ya que por ejemplo en caninos los márgenes de la gestación llegan a tener una variación de hasta 20 días (Tejerina, 1994) aun así existen metodologías que convencionalmente pueden contribuir a la predicción de un parto, ya que cercano al día 50 de la gestación comienza a notarse el aumento del volumen abdominal y al realizarse ecosonogramas o radiografías es posible ver a las crías, cuando es visible el esqueleto de las crías, se puede decir que la fecha del parto se aproxima entre 17 y 20 días, con lo que según la orientación que lleven los fetos se puede deducir una posible distocia o dificultad al momento del parto.

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Equinos

En la mayoría de los casos cuando existe una distocia, puede llegar a ser necesaria una intervención quirúrgica cerca del 80% de los casos están dentro de estas circunstancias, en el 20% restante es posible lograr el parto con problemas de distocia mediante medicamentos y manipulaciones externas, pero es para esto que el médico veterinario tenga un amplio conocimiento y manejo de la terapéutica veterinaria, ya que lo más recomendable es una intervención quirúrgica, sin embargo aún para la aplicación de una cesárea el apoyo de tratamientos hormonales como oxitócicos sintéticos contribuyen a facilitar los manejos durante la operación o la pronta recuperación de la paciente, así como facilitar la bajada de la leche que brindará el calostro; (la primera lactancia con las inmunoglobulinas esenciales para brindarle las primeras defensas a las crías) (Linde-Forsberg, 2005).

Para fines de selección y garantizar la supervivencia de las crías tras el parto es indispensable examinar si estos no tienen deformaciones genéticas que puedan dificultar su supervivencia, como paladar hendido (que podría ocasionar la bronco aspiración de la leche materna), atresia anal, hernias, etc (Gilson, 2003). Una vez revisados se deben acercar a la madre quien los debería acercar instintivamente a las mamas, en caso de que los rechace, impregnar líquidos placentarios o vaginales de la madre sobre los cachorros ayuda a que esta los acepte y los acerque para que puedan alimentarse. (Cruz, 2007).

La aplicación de oxitocina sintética se utiliza de manera terapéutica alternativa, cuando el parto se ve complicado, ya que esta hormona se produce de manera natural cuando el feto avanza por el canal del parto, distendiendo el cuello uterino atrofiando la capa muscular del útero y la vagina, desencadenando un reflejo neuroendocrino llamado ‘‘reflejo de Ferguson’’, cuando ocurre toda esta cadena de sucesos fisiológicos y el feto no es capaz de continuar su paso por el canal de parto, ya sea por la posición que tiene o por contracciones musculares anormales de la madre, es entonces cuando se aplica de manera intramuscular o subcutánea oxitocina sintética (Roszel, 1992).

En caso de que el médico veterinario haya dado con una opción terapéutica basada en tratamientos hormonales que faciliten el parto de la hembra y permitan que esta pueda continuar de manera normal se recomienda la aplicación de PARTO 20 REFORZADO® el cual es un oxitócico sintético que aplicado por la vía intramuscular o subcutánea en perras o gatas gestantes a 0.25 o 0.5 ml aplicados como terapéutico en los partos complicados o de hembras primerizas para continuar de manera normal con el proceso fisiológico del parto, así como la contribución de bajada de la leche al momento de nacer las crías y que puedan recibir el calostro, al mismo tiempo que se previene la retención placentaria y otras dificultades que pudieran suceder consecuentemente.

Bibliografía.

Cruz, J. M. (10 de Diciembre de 2007). ARGOS. Obtenido de ARGOS: http://argos.portalveterinaria.com/noticia/1473/articulos-archivo/consideraciones-de-la-operacion-cesarea-en-la-perra.html

Dumon, C. (2004). Patología Neonatal en Caninos y Felinos. St. Martin la garenne, Francia: Inter-médica.

Gilson, S. D. (2003). Textbook of Small Animal Surgery. Philadelphia: Saunders.

Linde-Forsberg, C. (2005). Hysterographic appearance and uterine histology at different stages of the reproductive cycle and after progestagen treatment in the domestic cat. Pubmed, 12-29.

Roszel, J. F. (1992). Anatomy of the Canine Urerine Cervix. Compend. Educ. Vet.

Tejerina, J. C. (1994). Parto y Distocias en la perra y la gata. León, España: Facultad de Veterinaria de León.