Bovinos

Producción y reproducción eficiente en cerdos


La producción porcícola es una de las actividades agropecuarias más rentables y de mayor competitividad a nivel nacional al generar al año la módica cifra de 30, 000 millones de pesos y la generación de empleos relacionados de manera directa e indirecta con la industria (Tenorio, 2012), es claro que para que esta industria responda como negocio hay que tener en cuenta las ganancias productivas y reproductivas de los animales, por lo que las constantes revisiones de un médico veterinario garantizan en gran medida la sanidad de los animales y la eficiencia de su producción, hay que considerar que los sistemas de explotación a los que son sometidos los cerdos los hacen susceptibles a numerosas enfermedades que representan pérdidas tanto económicas como del ganado mismo, las principales enfermedades que repercuten en éstas áreas son: leptospirosis, peste porcina clásica, gastroenteritis transmisible, parasitosis gastroentéricas y pulmonares, fiebre aftosa, brucelosis, síndrome mastitis-metritis-agalactia y ántrax (Zimmerman, 2012), todas estas enfermedades conducen a los cerdos a estados de inapetencia, abortos o muertes súbitas que reducen los niveles de la producción ya sea individualmente por la ganancia de peso o por reducción en el número de animales.

El esquema más sencillo de explicar para la producción porcina es ‘‘GAMNSA’’ lo cual es un acrónimo para describir los puntos a tomar en cuenta en un sistema de explotación y este sea productivo; los cuales son: Genética, Ambiente, Manejo, Nutrición, Sanidad y Administración, teniendo en cuenta estos seis aspectos está casi garantizada la eficiencia de la explotación (Rosas, 2016), por su parte la genética abre un campo de visión al productor para que este sea competitivo y cumpla las necesidades de un mercado, apoyándose del genotipo y fenotipo de las diferentes razas de cerdos para adquirir las características esperadas para cubrir las demandas del mercado en que se desenvuelve. (Varona, 2008).

El ambiente es considerado como la suma de diversas condiciones externas ajenas a l ente biológico, en este caso los cerdos; condiciones que pueden afectar la salud, el bienestar y la producción de los animales, estos factores se pueden clasificar en tres componentes; físicos, aquellos que comprenden el espacio, la luz, la distribución y material de las instalaciones, los componentes sociales se refieren a la densidad poblacional, orden de edades y jerarquías, entre otros aspectos de tipo etológico, por último, los factores termales son aquellos que involucran la calidad y cantidad del aire, la temperatura, la humedad relativa, las corrientes de aire, radiación solar, etc. (Echeverría, 2002) así mismo que se consideran estos aspectos como puntos que pudieran tener una repercusión sobre la biosfera, por lo que la (FAO, 2014) recomienda a las explotaciones porcinas que aprovechen los deshechos de los cerdos para las siembras, por el alto contenido de nitrógeno que poseen las heces de estos animales (cerdaza) con una debida consideración que no afecte al suelo y el agua, así como biodigestores que aprovechen los gases emitidos por la fermentación de estos deshechos para la generación de biogás y recursos energéticos de abasto para la misma explotación.

Equinos

El manejo puede involucrar las áreas de nutrición y sanidad, ya que aquí es donde los productores y trabajadores, ponen manos a la obra, en primer instancia para la selección de reproductores, donde deben verificar en el caso de los verracos que sean de buena constitución física, posean sus dos testículos en posición diagonal con respecto al recto, se apoye correctamente sobre sus cuatro aplomos, no tenga lesiones aparentes y en general un buen índice espermático y un satisfactorio historial reproductivo, en general los valores de salud los puede corroborar el diagnóstico de un MVZ y los análisis adecuados de un laboratorio, para la selección de una hembra es recomendable observar la posición de la vulva con respecto al recto, la longitud del lomo y el número de tetas, así como su constitución física, apoyo de aplomos y salud en general que a la vez la puede observar un MVZ y un análisis de laboratorio clínico, la alimentación del cerdo es de tipo omnívora, por lo que su alimentación puede constar de harinas y sueros de leche o carne (este último conlleva sus riesgos biológicos, por lo que es poco recomendable), granos como maíz, trigo, sorgo, garbanzo, etc y abundante agua, los cerdos tienen un consumo limitado en el aminoácido Lisina (Lis), por lo que este se puede complementar en suplementos alimenticios dentro de la dieta, dentro de las instalaciones, la higiene constante de los corrales, pasillos, parideros, comederos y bebederos garantiza mayormente la salud de los cerdos en todas sus etapas, por lo que estos tres aspectos se cubren dentro del manejo, por último la administración, no es otra cosa que saber dividir los recursos que se poseen, con aquellos que se requieren, los que utiliza los animales y el manejo de dinero, por lo que se calcula cuánto se gasta en ellos y cuánto beneficio rentable nos proporciona la explotación. (Paramio, 2012).

Con el fin de que la producción de lechones se vea cubierta totalmente y crezcan de una manera adecuada, aprovechando al máximo los alimentos adquiridos y disminuyan su riesgo a enfermedades SELAVET E® aporta a los lechones la capacidad de adquirir mayor inmunidad a partir de inmunoglobulinas IgG vía calostro, a su vez aumenta la calidad espermática de los sementales, con lo cual se garantiza un mayor índice reproductivo y productivo con camadas más numerosas y cerdos más sanos, optimizando así por medio de SELAVET E® las ganancias del sistema de explotación porcina.

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Bibliografía.

Echeverría, A. I. (2002). El ambiente climático en la producción porcina. Buenos aires, Argentina: Cursos de Producción animal, FAV UNRC.

FAO. (2014). Cerdos y el medio ambiente. Roma, Italia: FAO.

Paramio, T. (2012). Breve manual de aproximación a la empresa porcina para estudiantes de veterinaria. Manejo y Producción de Porcino. Barcelona, Barcelona, España: UAB.

Rosas, G. E. (30 de mayo de 2016). porcicultura.com. Obtenido de porcicultura.com: http://www.porcicultura.com/porcicultura/home/articulos-interior.asp?cve_art=10127

Tenorio, G. G. (2012). Competitividad de la producción porcina en México y Estados Unidos. Comercio Exterior, 36-45.

Varona, L. (2008). Sitio Argentino de Producción Animal. Obtenido de Sitio Argentino de Producción Animal: http://www.produccion-animal.com.ar/

Zimmerman, J. J. (2012). Diseases of Swine. Oxford, Gran Bretaña: Willey-Blacwell. Obtenido de monografias.com: http://www.monografias.com/trabajos93/enfermedades-cerdos/enfermedades-cerdos.shtml